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María Loreto Sánchez de Peón Frías y Juana Moro, espías de la revolución







(María Loreto Sánchez de Peón Frías. Fuente: Los Andes).


María fue jefa de Inteligencia de la Vanguardia del Ejército del Norte y autora del plan continental de Bomberas, aprobado y autorizado por el Gral. Güemes. Loreto conoce en su juventud a Pedro José Frías, un revolucionario con el que tuvo dos hijos. Lideró Las Damas de Salta, un grupo conformado por amigas y conocidas, entre las que se encontraban Juana Moro de López, Petrona Arias, Juana Torino, Magdalena Güemes, Martina Silva de Gurruchaga y Andrea Zenarrusa, que eran ayudadas por sus hijos y criadas, y participaban mujeres de todas las clases sociales.



Juana Moro espiaba montada a caballo los movimientos del enemigo por un territorio que sólo conocía ella. Llegaron a apresarla y  la obligaron a cargar cadenas e incluso fue detenida y tapiada en su casa, pero sobrevivió al salir unos días más tarde gracias a la ayuda de unos vecinos.




Se disfrazaban, ocultaban papeles entre sus faldas, montaban a caballo y recorrían largas distancias para obtener información y transmitirla al ejército patriota. Se organizaban para anticiparse a los planes del enemigo. Loreto se disfrazaba de viandera, con una canasta de comida en la cabeza y granos de maíz en los bolsillos a sentarse a la plaza donde estos acampaban. Cuando aparecía el oficial  que cantaba uno por uno los nombres, ella pasaba un grano de maíz de un bolsillo a otro por cada presente y luego enviaba esa información a través de un buzón encubierto en la corteza de un árbol. Todos los días, las criadas lavaban allí la ropa, transportando mensajes, que luego un soldado retiraba al anochecer dejando nuevas instrucciones y pedidos de información.